Los retazos y las escrituras no se pueden copiar ni usar sin autorización

ALUMBRANDO

Así me quiero ir, quieta y reconciliada. Llevar en la diáspora a quien amé, a quien deseé, a quien olvidé. Que no me ayuden a alcanzar la otra orilla los que me amaron, desearon y olvidaron.

Que cierre el cortejo mi caballito desbocado cuyo corazón se borró del papel térmico de una ecografía no olvidada.

No llevéis flores muertas a mi recuerdo, no agotéis vuestros párpados, no respiréis mi pensamiento. La muerte quiere las manos vacías. La muerte es una mozuela oriental que camina de espaldas y posee maravillosos calidoscopios hechos de retazos de alma. COMPARTIR:
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