Los retazos y las escrituras no se pueden copiar ni usar sin autorización

ALUMBRANDO

La escritura urgente, en este caso y por lo general, no es buena consejera. Uno se percata que su esfuerzo en idear relatos se tergiversa cuando se cuelan historias y personajes que ni de lejos soñaba ni pensaba que aparecieran originariamente.

Que se cuelen personajes no debería ser tan insólito en tanto en cuanto que la manera que uno visualiza un relato posiblemente no funciona, se paraliza la escritura, no se escribe incluso. Algo similar ha sucedido con el personaje de la niña de suburbio que ha reivindicado el derecho a protagonizar su historia cuando ésta fue concebida que la narrase un protagonista ajeno a ella, relacionado con la sanidad. Más extraño e insólito es que suceda que se cuele una historia, y uno se pregunta ¿qué pinta aquí esto tan ajeno? y contestar a ello es más complejo que lo anterior pero siempre hay una razón, muy productiva, generadora de otros relatos. Así sucede con la nominal Gloria socialmente mejor acomodada que la niña de suburbio, a pesar que Gloria y la niña de suburbio sea un mismo personaje; o con Annette, la paridora obsoleta, con su trasnochada anécdota que hacía dudar si formaba parte de Disciplinada Medea o no; la respuesta sería un sí rotundo porque ha sido el punto de inflexión de un correlato que no despegaba, que no se sabía cómo abordar y materializar como es el que trata del lucrativo –y digamos también despiadado- mercadeo en torno la esterilidad.

Si admitimos que las coincidencias no existen, y si se pudiera averiguar y descifrar determinadas claves al respecto, sería mediante el transcurso del tiempo donde poder vislumbrar el qué. Por ello, un proyecto de escritura no se puede sujetar a urgencia creativa alguna, se pierde una perspectiva valiosa que el escritor no debiera desdeñar. COMPARTIR:
|

0 comentarios: